Desnutrición En Guatemala
a
desnutrición crónica en Guatemala es un asunto preocupante. Afecta a uno de
cado dos niños menores de cinco años. Pese a la gravedad del asunto, se trata
de un tema que pasa desapercibido para la población en general, incluso para
los familiares de los que la padecen. UNICEF trabaja para concienciar a la
población en general sobre la importancia de que se actúe para solucionar esta
situación.
¿Cuál
es la situación en general de la infancia en Guatemala? ¿Y en lo referente a la
desnutrición?
La
situación de la infancia en Guatemala no es buena.
Tenemos un 34% de mortalidad infantil.
Nuestro principal problema es la desnutrición crónica. Las
principales causas de la mortalidad infantil son la neumonía y las enfermedades
diarreicas agudas y el 54% de estas enfermedades están asociadas a algún grado
de desnutrición. Es el problema básico de la infancia, que trae muchas
consecuencias y perpetúa todo el ciclo de la pobreza. La deserción escolar es
muy alta y en gran parte no se debe a la falta de oportunidades, sino a las
propias consecuencias de la desnutrición: disminuye la capacidad de
concentración de los niños y terminan desertando de la escuela. En
Guatemala el 49,8% de los niños sufre desnutrición crónica, esto es, 1 de cada
2. Es el primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo en
cuanto a desnutrición infantil.
¿Cómo
está trabajando UNICEF Guatemala para solucionar el problema de la
desnutrición? ¿Qué proyectos se están llevando a cabo?
Nos
enfocamos principalmente en la parte preventiva. Hay
que tener claro que la desnutrición y, sobre todo, la desnutrición crónica es
prevenible y tratable. Nos centramos en apoyar las acciones
preventivas y hacer seguimiento del crecimiento. También abordamos el tema de
los suplementos alimenticios con micronutrientes, ya que el
40% de los niños menores de cinco años tiene anemia.
También estamos abordando la educación a la madre, ya que los datos indican que
la lactancia materna exclusiva no está funcionando como debe ser.
Estamos
comprobando que sólo el 50% de los niños menores de 6
meses reciben lactancia materna exclusiva, y
ahí hay mucho trabajo por hacer, al igual que en la alimentación
complementaria, para que se inicie de forma adecuada a partir de los 6 meses.
Adicionalmente, trabajamos para implementar el uso de tecnología móvil, que ha
dado muy buenos resultados en otros países, sobre todo en Malawi, que lo han
usado para la identificación de desnutrición aguda. Aquí el agente comunitario
introduce los datos del niño, que inmediatamente lo registra en un sistema y
hace un diagnóstico. El sistema responde al trabajador comunitario cuál es el
estado nutricional del niño y qué acciones se deben llevar a cabo.
¿Cómo
afecta la desnutrición infantil a la sociedad guatemalteca?
Es un
problema muy grave para el país. La analogía que se hace es que la desnutrición
aguda es una condena a muerte, pero la desnutrición crónica es una cadena
perpetua, porque eso implica que el niño no va a tener un futuro adecuado, no
va a tener oportunidades ni de estudio, ni de empleo, y no va a ser un adulto
productivo. Eso afecta al desarrollo enormemente: no se va poder salir de ser
un país en vías de desarrollo si no se arregla la situación de
desnutrición. Guatemala pierde más de 3 mil
millones de dólares anuales debido a la desnutrición.
Además,
si no se rompe el círculo, se transmite de generación en generación. Una madre
desnutrida va a dar a luz a un niño desnutrido, y si el niño no tiene una
adecuada alimentación en los primeros dos años de vida, va a tener muchas
dificultades: va a presentar una baja talla, el coeficiente intelectual no se
va a desarrollar igual, el niño puede perder hasta el 40% de sus neuronas
potenciales, va a tener muchos problemas de atención, y lo más seguro es que
abandone los estudios, con lo que las oportunidades de trabajo también
disminuyen.
¿Cuáles
son las causas de la desnutrición en Guatemala?
Se
debe a varios factores: por un lado, la falta
de alimentos; y por otro, los hábitos alimenticios. Las
madres piensan que los niños lloran porque les duele el estómago, no por
hambre, lo que solucionan introduciendo aguas caseras. Cuando los niños las
toman, se llenan y no tienen deseos de mamar porque se llenaron. Así empieza
todo el círculo, ya que la madre comienza a no producir suficiente leche.
Además, la alimentación complementaria es muy tardía y no es adecuada ni en
cantidad ni en calidad.
¿Existe
conciencia del problema por parte de la sociedad guatemalteca?
No hay conciencia, se trata de un problema invisible. UNICEF está trabajando muy duro para poner el tema
sobre la mesa, sobre todo de cara al próximo año, que es un año electoral.
Necesitamos que haya una demanda de la sociedad. Tiene que haber conciencia y
voluntad por ambos lados, de la parte política y por parte de la sociedad.
Mapa conceptual sobre la desnutrición en Guatemala
Vídeo sobre la desnutrición en Guatemala
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